El ámbar es una resina densa, pegajosa y fosilizada, de origen vegetal, que rezumaba de los troncos de cedro y de otras coníferas, desaparecidas hace millones de años.
Esta resina es muy apreciada porque el proceso que lleva a su constitución puede durar unos 17 millones de años.
En 1701 el escultor barroco Andreas Schülter (1659-1714) diseñó “la Cámara de ámbar” –también conocida como la octava maravilla del mundo- para el palacio de Berlín de Federico I de Prusia. Se trataba de una estancia con intrincados paneles tallados y mosaicos confeccionados con ámbar de color miel, decorado con piedras semipreciosas, sobre un fondo de pan de oro. Sus dimensiones, aproximadas, eran de unos 55 metros cuadrados, y estaba compuesto por unas seis toneladas de ámbar.
Federico Guillermo I de Prusia hizo al zar Pedro I el Grande uno de los regalos diplomáticos más desorbitados de toda la Historia: un joya orgánica de seis toneladas convertida en una increíble estancia
Desgraciadamente, en el verano de 1944 los aliados bombardearon la ciudad y el castillo que albergaba la estancia fue destruido. Aquí se desvanecía definitivamente la pista de tan preciado tesoro. En unos pocos minutos se había perdido lo que naturaleza había mimado con el cariño de una madre durante millones de años.
En el año 2003, con motivo del 300º aniversario de San Petersburgo, se inauguró en el palacio de Catalina una copia de la Cámara de ámbar, valorada en diez millones de dólares. En esta ocasión se utilizaron ocho toneladas de ámbar, en lugar de los seis originales, convirtiéndola en la habitación más cara del mundo.
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#News: The Amber room, the most expensive room in the world.
Amber is a dense, sticky, fossilized resin of vegetable origin that oozed from cedar logs and other conifers, missing millions of years ago. This resin is highly appreciated because the process that leads to its constitution can take about 17 million years.
In 1701 the baroque sculptor Andreas Schülter (1659-1714) designed “the Chamber of Amber” – also known as the eighth wonder of the world – for the Berlin Palace of Frederick I of Prussia. It was a room with intricate carved panels and mosaics made of honey-colored amber, decorated with semi-precious stones, on a background of gold leaf. Its approximate dimensions were about 55 square meters, and it was made up of about six tons of amber.
Federic Wilhelm I of Prussia made Tsar Peter I the Great one of the most exorbitant diplomatic gifts in all of history: an organic jewel of six tons turned into an incredible room
Unfortunately, in the summer of 1944 the allies bombed the city and the castle that housed the ranch was destroyed. Here the track of such a precious treasure disappeared forever. In a few minutes, what nature had pampered with a mother’s love for millions of years had been lost.
In 2003, on the occasion of the 300th anniversary of Saint Petersburg, a copy of the Chamber of Amber, valued at ten million dollars, was inaugurated in Catherine’s palace. This time eight tons of amber were used, instead of the original six, making it the most expensive room in the world.

